“Mi hijo ya no se motiva con nada en la escuela… y no sé qué hacer”
- Lic. Sofía Ríos
- 28 jun
- 2 Min. de lectura
Carolina tiene 42 años.

Trabaja de lunes a sábado en oficina, llega a casa después de las 7:00 pm y tiene dos hijos. El mayor, Julián, está en tercero de secundaria.
Últimamente, lo nota diferente: no quiere ir a la escuela, deja tareas sin entregar, y cada vez que hablan del futuro, cambia de tema o se encoge de hombros.
¿Es flojera o hay algo más?
Como muchos padres, Carolina se preguntó si solo era “una etapa”, si tenía que presionar más o si debía dejarlo solo “para que aprenda”.Pero la verdad es que no sabía cómo abordarlo. No tenía tiempo para investigar, ni claridad sobre por dónde empezar.Y lo que más le dolía era verlo apagado.
Cuando la desmotivación es una señal (no un problema)
La falta de motivación escolar en adolescentes no siempre es desinterés.Muchas veces es una forma de expresar algo más profundo:
“No sé para qué me sirve esto.”
“No me siento bueno en nada.”
“Me presionan pero ni yo sé lo que quiero.”
En lugar de juzgar esa desmotivación, podemos usarla como punto de partida para explorar.Eso fue lo que hizo Carolina.
El pequeño paso que cambió la conversación
Una tarde, sin expectativas, Carolina le compartió a Julián un test vocacional gratuito que encontró en línea.Le dijo: “Hazlo si quieres, es rápido, y a lo mejor nos da una idea de por dónde empezar.”
Para su sorpresa, Julián lo hizo.Y por primera vez en semanas, hablaron sin tensión sobre lo que le gustaba, en qué se sentía cómodo, y qué profesiones ni siquiera sabía que existían.
No resolvieron su vida en un día.Pero la energía cambió. Y eso fue suficiente para volver a conectar.
Cuando no hay tiempo, pero sí hay intención
No hace falta tener horas libres ni ser experto en educación.Solo hace falta una herramienta diseñada para ti y para tu hijo: clara, rápida y útil.
En Ruta Vocacional creamos un test gratuito pensado para adolescentes de 13 a 17 años, y para padres como Carolina: con poco tiempo, pero con muchas ganas de acompañar mejor.
Conclusión
La desmotivación escolar no se soluciona con castigos ni con presión.Se alivia con dirección, con autoconocimiento, con conversaciones reales.
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Real y cierto